martes, 15 de diciembre de 2009

Huérfano

Hijos. Hijos de padres, de madres. Hijos de tranquilas apariencias, sanas y equilibradas, que guardan nudos y vacíos en el estómago por culpa de pretensiones de hacer ver lo que no es. Hijos de heridas profundas maquilladas. Hijos de sueños rotos y sueños mediocres. Hijos de naciones. Hijos de pasatiempos.

Hijos de la demencia. Hijos de la apatía. Víctimas de víctimas.

A veces miro y de lo que veo nada vale la pena. Dinero, formalidades, superfície. Poca vida.

Qué bueno sentirse huérfano a veces. Qué bueno sentirse causa y no consecuencia.

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